Manual breve para entenderme.

Soy difícil de explicar,
pero no por misterio:
es que vengo hecho de fallas,
de saltos fuera de horario,
de palabras que aprendieron
a esconderse por miedo.

Crecí traduciendo silencios,
interpretando gestos rotos,
descifrando miradas
que nunca decían lo que dolía.
Y así, sin querer,
me volví acertijo.

No soy enigma perfecto,
soy humano torpe:
me trabo cuando importás,
me cierro cuando arde,
me abro cuando confío
y ahí sí,
me vuelvo fácil.

La vida me enseñó
que quien quiere entenderme
primero tiene que quedarse,
aunque no entienda.
Aunque dude.
Aunque yo mismo
no sepa explicarme.

Soy difícil de explicar,
pero estoy aprendiendo
a decirme claro,
a ser menos laberinto
y más camino.

El resto…
el resto es paciencia.

XUS