Mi héroe cotidiano.
Te amo, papucho,
así, directo, sin filtro ni ceremonia,
como quien lanza una verdad limpia
al aire tibio de la memoria.
así, directo, sin filtro ni ceremonia,
como quien lanza una verdad limpia
al aire tibio de la memoria.
Porque en vos aprendí
que la vida no es solo lo que pasa,
sino cómo uno se para firme
cuando el viento sopla en la cara.
que la vida no es solo lo que pasa,
sino cómo uno se para firme
cuando el viento sopla en la cara.
Vos me enseñaste a reír
cuando el mundo venía torcido,
a bancar la que se venga
sin perder el fuego encendido.
cuando el mundo venía torcido,
a bancar la que se venga
sin perder el fuego encendido.
Recuerdo tus madrugadas,
el café humeando en silencio,
tu forma de decir “tranqui”,
y el universo quedaba en suspenso.
el café humeando en silencio,
tu forma de decir “tranqui”,
y el universo quedaba en suspenso.
Papucho, sos de esos milagros
que ocurren sin hacer ruido,
pero dejan huella eterna
en el corazón de un hijo.
que ocurren sin hacer ruido,
pero dejan huella eterna
en el corazón de un hijo.
Por eso hoy te lo digo
así, en verso callejero:
te amo, papucho,
mi maestro, mi compañero.
así, en verso callejero:
te amo, papucho,
mi maestro, mi compañero.
Y si la vida me pide
ser fuerte, noble y sincero,
solo tengo que mirar tu ejemplo
para recordar quién quiero ser primero.
ser fuerte, noble y sincero,
solo tengo que mirar tu ejemplo
para recordar quién quiero ser primero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!