Hoy, sin permiso.

Ni el tiempo se arrepiente,
ni la vida da revancha,
lo entendí mirando atrás
con la piel hecha de manchas.

Corrí detrás de lo incierto,
busqué razones y excusas,
hasta que el reloj me dijo:
“viví, antes que te cruza.”

Ya no espero que me entiendan,
ni que todo tenga calma,
porque la muerte anda cerca
y la risa… me salva el alma.

He perdido lo imposible,
he ganado lo que duele,
y aprendí que el hoy es fuego
que si no arde, se muere.

Así que brindo por el caos,
por lo roto, por lo escrito,
porque vivir sin desvelo
es morir despacito.

No quiero vidas perfectas,
ni guiones de compromiso,
quiero este instante brutal,
hoy, sin permiso.

Y si el mundo se derrumba,
que me encuentre en mi grito:
¡ahora, carajo, que estoy vivo!

XUS