La cura en tu nombre.
Amigo, sos la cura de mi corazón,
lo aprendí en esos días
donde el mundo parecía un cuarto sin ventanas
y yo buscaba aire en cualquier rincón.
lo aprendí en esos días
donde el mundo parecía un cuarto sin ventanas
y yo buscaba aire en cualquier rincón.
Vos llegaste sin promesas,
solo con ese humor que rompe tormentas
y esa lealtad
que vale más que todos los mapas
cuando uno está perdido.
solo con ese humor que rompe tormentas
y esa lealtad
que vale más que todos los mapas
cuando uno está perdido.
En mis noches más largas
fuiste café, abrazo y consejo,
una mezcla rara de brújula y remiendo
que me sostuvo cuando yo no podía.
fuiste café, abrazo y consejo,
una mezcla rara de brújula y remiendo
que me sostuvo cuando yo no podía.
Y sí, lo digo con ritmo de calle
y con la simpleza que da la verdad:
hay heridas que solo un amigo
puede desactivar con su presencia.
y con la simpleza que da la verdad:
hay heridas que solo un amigo
puede desactivar con su presencia.
Por eso hoy lo rimo,
lo dejo escrito,
lo dejo claro:
amigo, sos la cura de mi corazón,
el recuerdo que me empuja,
la risa que me salva,
la parte del camino
que nunca caminé solo.
lo dejo escrito,
lo dejo claro:
amigo, sos la cura de mi corazón,
el recuerdo que me empuja,
la risa que me salva,
la parte del camino
que nunca caminé solo.
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