Sol domado en la piedra.

Hay dibujos que parecen simples,
pero guardan un eco antiguo,
como si una mano remota
nos hablara desde otro tiempo.

Este sol oscuro,
abierto en pétalos de roca,
me recordó una tarde de mi infancia,
cuando encontré una piedra marcada
en el patio de casa.
Creí que era un mensaje,
creí que el mundo hablaba conmigo.

Y quizá no estaba tan equivocado.

Hoy lo cuento en rima libre,
con alma tranquila,
porque en cada línea
se esconde un latido honesto.

Aprendí entonces que la vida
es un conjunto de señales pequeñas:
un gesto,
un símbolo,
una marca en la tierra
que te hace sentir acompañado
cuando nadie parece mirar.

Por eso este sol petrificado
me abraza sin palabras;
me dice que la luz no siempre brilla,
a veces se siente,
a veces pesa,
a veces permanece quieta
para que uno pueda descansar.

Y así entiendo:
lo que parece simple
a veces es un refugio.

XUS