Karma, viste…
Karma,
esa palabra gigante
que usamos de escudo
cuando la vida nos pega en la nuca.
esa palabra gigante
que usamos de escudo
cuando la vida nos pega en la nuca.
Dicen que es castigo,
pero yo aprendí en la calle
que a veces es espejo:
te devuelve lo que tiraste
sin avisar.
pero yo aprendí en la calle
que a veces es espejo:
te devuelve lo que tiraste
sin avisar.
Una vez,
me creí invencible,
dejé promesas rotas
y un par de amigos en pausa.
Cuando todo cayó,
quise culpar al universo,
pero la verdad,
la verdad era yo.
me creí invencible,
dejé promesas rotas
y un par de amigos en pausa.
Cuando todo cayó,
quise culpar al universo,
pero la verdad,
la verdad era yo.
Y ahí entendí el mundo del destino:
la rima te vuelve
si la soltás sin pensar.
la rima te vuelve
si la soltás sin pensar.
Por eso hoy te hablo simple,
desde el barro y la memoria,
porque sé lo que duele
buscar afuera
lo que nació adentro.
desde el barro y la memoria,
porque sé lo que duele
buscar afuera
lo que nació adentro.
Karma,
no es magia ni castigo:
es esa voz interna
que te dice “flaco,
esto ya lo hiciste antes”.
no es magia ni castigo:
es esa voz interna
que te dice “flaco,
esto ya lo hiciste antes”.
Y si la escuchás sin miedo,
capaz encontrás el camino
que venís esquivando.
capaz encontrás el camino
que venís esquivando.
Al final,
no es excusa,
es un recordatorio:
tus pasos vuelven,
pero también pueden sanar.
no es excusa,
es un recordatorio:
tus pasos vuelven,
pero también pueden sanar.
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