Fragmento del futuro.

F, como un filo que corta la duda,
como un fragmento de palabra que aún no madura.
Siento que el tiempo 

—a veces— 

se escribe en minúsculas,
pero deja manchas enormes
como tinta que no pide disculpas.

F es la forma en que aprendí a caer,
cuando la vida me cerró puertas sin querer;
y yo, testarudo, 

seguí latiendo en la sombra,
golpeando el eco
hasta que el eco me nombró.

Fui aprendiz del error
y maestro de lo que me dolía,
caminando con grietas
que también me sostenían.
Porque a veces crecer
es un mundo sin guía:
se improvisa el alma
mientras la herida desafina.

Hoy, esa letra negra, sólida, quieta,
me recuerda que existo incluso cuando tiemblo,
que soy mancha, forma, caída y regreso,
que mi historia es un trazo torcido
pero siempre honesto.

Por eso escribo, por eso sigo:
mi vida es una frase incompleta
que en cada verso se rehace,
y aunque falte el resto de la palabra,
la F basta para empezar otra vez.

XUS