Cerca es suficiente.
A mi lado o encima, no importa,
dice el texto como quien sabe
que la cercanía es un puente,
no una postura.
dice el texto como quien sabe
que la cercanía es un puente,
no una postura.
Porque en la vida
—lo aprendí tarde—
hay personas que no necesitan lugar,
solo presencia.
Que estén.
Que respiren cerca.
Que te recuerden que no estás solo
cuando el mundo se inclina de más.
hay personas que no necesitan lugar,
solo presencia.
Que estén.
Que respiren cerca.
Que te recuerden que no estás solo
cuando el mundo se inclina de más.
Yo también tuve noches
donde un cuerpo al lado
valió más que mil palabras,
y días en los que un abrazo encima
me sostuvo cuando ya no podía
con mi propia carga.
donde un cuerpo al lado
valió más que mil palabras,
y días en los que un abrazo encima
me sostuvo cuando ya no podía
con mi propia carga.
La vida me enseñó eso:
que hay afectos que no piden permiso,
que se acomodan donde haga falta,
que a veces te sostienen,
y a veces los sostenés,
sin medir alturas
ni distancias internas.
que hay afectos que no piden permiso,
que se acomodan donde haga falta,
que a veces te sostienen,
y a veces los sostenés,
sin medir alturas
ni distancias internas.
Por eso este verso breve
me toca tan profundo,
y lo digo libre,
con voz sincera y mente despierta:
me toca tan profundo,
y lo digo libre,
con voz sincera y mente despierta:
cerca es suficiente.
En el piso, arriba, a un lado,
donde sea…
algunas personas son refugio,
sin importar la manera.
En el piso, arriba, a un lado,
donde sea…
algunas personas son refugio,
sin importar la manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!