Salud mental, versión real.
Salud —no por el vino ni el brindis—,
sino por aprender a decir “ya fue” sin crisis.
Por dejar de cargar lo que no es mío,
por apagar incendios que nunca encendí.
sino por aprender a decir “ya fue” sin crisis.
Por dejar de cargar lo que no es mío,
por apagar incendios que nunca encendí.
Me llevó años entenderlo,
que a veces sanar es romper el acuerdo.
Soltar al jefe, al ex, al amigo pesado,
a todo lo que te chupa y te deja cansado.
que a veces sanar es romper el acuerdo.
Soltar al jefe, al ex, al amigo pesado,
a todo lo que te chupa y te deja cansado.
Porque no es egoísmo, es supervivencia,
es volver al cuerpo, tener conciencia.
La salud no está en pastillas ni dietas,
sino en mandar a paseo las caretas.
es volver al cuerpo, tener conciencia.
La salud no está en pastillas ni dietas,
sino en mandar a paseo las caretas.
Una vez lloré por perder un lugar,
hasta que entendí que ganar era soltar.
Y desde entonces, sin miedo ni pena,
bendigo el caos… que me deja.
hasta que entendí que ganar era soltar.
Y desde entonces, sin miedo ni pena,
bendigo el caos… que me deja.
Así que salud, sí —pero en serio—,
por la paz que viene después del misterio.
Por el coraje de decir, sin vuelta:
“Estoy mejor… desde que me fui a la mierda”.
por la paz que viene después del misterio.
Por el coraje de decir, sin vuelta:
“Estoy mejor… desde que me fui a la mierda”.
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