Ojos que preguntan.
Tu mirada fue pregunta antes que palabra,
una puerta abierta, sin llave, sin traba.
Tenía esa luz que no busca respuestas,
solo ganas de entender lo que la vida resta.
una puerta abierta, sin llave, sin traba.
Tenía esa luz que no busca respuestas,
solo ganas de entender lo que la vida resta.
Yo venía cansado, sin fe ni ruido,
con mil certezas que nunca han servido.
Pero tus ojos —tan curiosos, tan ciertos—
me enseñaron a mirar lo incierto.
con mil certezas que nunca han servido.
Pero tus ojos —tan curiosos, tan ciertos—
me enseñaron a mirar lo incierto.
Porque mirar no es ver, aprendí contigo,
es notar el detalle, lo callado, el abrigo.
Esa chispa que el mundo olvida en su prisa,
vos la llevás viva, detrás de la brisa.
es notar el detalle, lo callado, el abrigo.
Esa chispa que el mundo olvida en su prisa,
vos la llevás viva, detrás de la brisa.
Recuerdo un café, tu risa liviana,
hablábamos poco, pero el alma hablaba.
Y entendí que hay belleza en la duda,
que quien pregunta, también desnuda.
hablábamos poco, pero el alma hablaba.
Y entendí que hay belleza en la duda,
que quien pregunta, también desnuda.
Desde entonces, cuando el miedo me apura,
cierro los ojos y busco tu figura.
Porque en un mundo de verdades difusas,
sana más quien ama… con mirada curiosa.
cierro los ojos y busco tu figura.
Porque en un mundo de verdades difusas,
sana más quien ama… con mirada curiosa.
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