Oíd mortales, somos aguante.
Nací donde el grito es bandera,
donde el sol pega sin culpa,
donde el mate cura penas
y la risa nunca se disculpa.
donde el sol pega sin culpa,
donde el mate cura penas
y la risa nunca se disculpa.
Vi laburar a mi viejo
con las manos agrietadas,
y a mi vieja hacer del hambre
una cena bien armada.
con las manos agrietadas,
y a mi vieja hacer del hambre
una cena bien armada.
Crecí entre polvo y canciones,
entre goles y esperanzas,
donde el que cae se levanta
aunque el alma no lo aguanta.
entre goles y esperanzas,
donde el que cae se levanta
aunque el alma no lo aguanta.
Somos aguante argentino,
de los que lloran y siguen,
de los que pierden mil veces
y aún así nunca se rinden.
de los que lloran y siguen,
de los que pierden mil veces
y aún así nunca se rinden.
“Oíd mortales”, suena el himno,
y se eriza la piel entera,
porque amamos sin medida,
porque el dolor nos espera.
y se eriza la piel entera,
porque amamos sin medida,
porque el dolor nos espera.
Pero entre tanta tormenta,
la pasión siempre resiste,
porque en cada corazón criollo
late un fuego que persiste.
la pasión siempre resiste,
porque en cada corazón criollo
late un fuego que persiste.
Y si preguntan quiénes somos,
que lo escuche el mundo entero:
somos aguante argentino,
carajo… y sinceros.
que lo escuche el mundo entero:
somos aguante argentino,
carajo… y sinceros.
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