Manual para domar el dolor.
Todos sufrimos,
eso es ley de la carne,
pero pocos entienden
que el dolor también puede salvarte.
eso es ley de la carne,
pero pocos entienden
que el dolor también puede salvarte.
Lo vi en los ojos de mi madre,
cuando lloró sin ruido
y aún así cocinó esperanza
para alimentar el vacío.
cuando lloró sin ruido
y aún así cocinó esperanza
para alimentar el vacío.
Aprendí que el dolor no se esquiva,
se abraza, se escribe, se respira.
Que no se cura con olvido,
sino con tiempo y con heridas compartidas.
se abraza, se escribe, se respira.
Que no se cura con olvido,
sino con tiempo y con heridas compartidas.
Cada lágrima es un maestro,
cada noche sin sueño, un verso.
Sufrir no es perder —es descubrir—
que incluso roto… sigo siendo universo.
cada noche sin sueño, un verso.
Sufrir no es perder —es descubrir—
que incluso roto… sigo siendo universo.
Porque al final,
no se trata de evitar el temblor,
sino de bailar con él
hasta que el alma aprenda el color.
no se trata de evitar el temblor,
sino de bailar con él
hasta que el alma aprenda el color.
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