El arte de doler.
Todos sufrimos, sí… pero no todos aprendemos,
algunos se hunden, otros renacen de lo que tememos.
El dolor no pregunta, llega sin permiso,
como lluvia fría en un domingo sin aviso.
algunos se hunden, otros renacen de lo que tememos.
El dolor no pregunta, llega sin permiso,
como lluvia fría en un domingo sin aviso.
Yo también me rompí —más de una vez—,
creyendo que sanar era olvidar después.
Pero el truco no es tapar la herida,
es hacer del golpe una razón de vida.
creyendo que sanar era olvidar después.
Pero el truco no es tapar la herida,
es hacer del golpe una razón de vida.
Vi gente perderlo todo y aún sonreír,
vi lágrimas arder para poder seguir.
El dolor enseña sin hablarte al oído,
te deja solo… pero más vivo.
vi lágrimas arder para poder seguir.
El dolor enseña sin hablarte al oído,
te deja solo… pero más vivo.
Porque doler, hermano, no es el final del viaje,
es la curva donde el alma cambia de traje.
Todos sufrimos, claro, pero el que aprende del ardor,
convierte su llanto… en motor.
es la curva donde el alma cambia de traje.
Todos sufrimos, claro, pero el que aprende del ardor,
convierte su llanto… en motor.
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