Abrazo de corazones.

Nos abrazamos sin palabras,
porque hay cosas que el alma traduce mejor que la boca.
Fue un instante breve,
pero el tiempo se dobló como una hoja rota.

Sentí tu pecho decirme: “estoy acá”,
y el mío responder: “no te vayas todavía”.
No hizo falta más ciencia que esa,
dos latidos tratando de curarse la vida.

He abrazado por tristeza,
por miedo, por costumbre, por alegría.
Pero ese día entendí,
que hay abrazos que te resucitan.

No era carne ni hueso lo que se unía,
eran historias, heridas, risas,
todo lo que callamos por vergüenza o por prisa.

Y al soltarte, supe sin decirlo:
ese fue un pacto invisible,
un puente de amor humano,
un abrazo de corazones,
que todavía me sigue abrigando.

XUS