Cumbia HDP.
En la esquina del barrio suena,
esa cumbia hija del pueblo,
mezcla de risa y tristeza,
de memoria y de deseo.
esa cumbia hija del pueblo,
mezcla de risa y tristeza,
de memoria y de deseo.
La bailé con zapatillas rotas,
con el alma hecha remiendo,
y entendí que el ritmo cura
lo que el dolor va tejiendo.
con el alma hecha remiendo,
y entendí que el ritmo cura
lo que el dolor va tejiendo.
No es solo música brava,
es historia, es sentimiento,
es la voz del que no tuvo
pero igual siguió sonriendo.
es historia, es sentimiento,
es la voz del que no tuvo
pero igual siguió sonriendo.
Cumbia HDP —así la llaman—,
porque nace del exceso,
del sudor, del amor roto,
del abrazo y del progreso.
porque nace del exceso,
del sudor, del amor roto,
del abrazo y del progreso.
En un patio de ladrillos
la escuché cambiar destinos,
vi llorar a los que ríen
y reír a los perdidos.
la escuché cambiar destinos,
vi llorar a los que ríen
y reír a los perdidos.
Y ahí entendí, en carne viva,
que no hay clase ni frontera:
cuando suena una cumbia honesta,
el corazón se libera.
que no hay clase ni frontera:
cuando suena una cumbia honesta,
el corazón se libera.
Por eso cada vez que suena,
cierro los ojos, respiro,
porque esa cumbia HDP
también me trajo al camino.
cierro los ojos, respiro,
porque esa cumbia HDP
también me trajo al camino.
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