Ahora, carajo.

Ni el tiempo vuelve, hermano,
ni la vida se repite,
lo aprendí mirando al cielo
cuando todo se me derrite.

Esperé segundas chances,
como tonto en la vereda,
hasta que entendí que el “mañana”
a veces nunca llega.

Me rompí por darlo todo,
me curé sin que me vieran,
y en medio del ruido amargo
aprendí a vivir a mi manera.

Cada día es una guerra,
contra el miedo y la rutina,
pero también es milagro,
si el alma no se contamina.

Por eso grito sin culpa,
aunque el mundo se limite,
vivo cada puto día
como si el sol se repite.

No espero señales divinas,
ni disculpas, ni promesas,
solo quiero estar presente
cuando la vida me atraviesa.

Y si mañana no amanezco,
que sepan, sin epitafio,
que lo viví sin filtro,
¡ahora, LPMQTRMP!

XUS