Silencio de piel.
No hizo falta palabra, ni gesto, ni voz,
el alma habló bajito… y nos entendimos los dos.
Tu piel dijo todo lo que el mundo callaba,
una caricia bastó… y la tormenta se apagaba.
el alma habló bajito… y nos entendimos los dos.
Tu piel dijo todo lo que el mundo callaba,
una caricia bastó… y la tormenta se apagaba.
No era pasión desmedida, ni el fuego urgente,
era un abrazo lento, paciente, presente.
Porque hay amores que no gritan, sólo están,
te abrazan con el cuerpo… y con el imán.
era un abrazo lento, paciente, presente.
Porque hay amores que no gritan, sólo están,
te abrazan con el cuerpo… y con el imán.
Silencio de piel, murmullo profundo,
en tus brazos se detuvo el mundo.
No hubo juicio, ni miedo, ni prisa,
solo el arte de amar… sin la camisa.
en tus brazos se detuvo el mundo.
No hubo juicio, ni miedo, ni prisa,
solo el arte de amar… sin la camisa.
Y entendí que a veces, para sanar,
no hay que hablar… hay que tocar.
Que hay ternuras que no saben rimar,
pero curan más que un millón de palabras al azar.
no hay que hablar… hay que tocar.
Que hay ternuras que no saben rimar,
pero curan más que un millón de palabras al azar.
En ese momento supe lo real,
que lo simple es, en verdad, lo esencial.
No hay terapia mejor que un abrazo sincero,
ni poema más bello que un te quiero…
que lo simple es, en verdad, lo esencial.
No hay terapia mejor que un abrazo sincero,
ni poema más bello que un te quiero…
No todo se dice con la boca.
Hay silencios que susurran verdades,
y pieles que te aman sin protocolo.
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