No me resistí a tu mirada!.
Yo venía tranqui, mate en la mano,
mirando la vida pasar… bien urbano.
Y de repente vos, así, sin aviso,
miraste directo y me hiciste un hechizo.
mirando la vida pasar… bien urbano.
Y de repente vos, así, sin aviso,
miraste directo y me hiciste un hechizo.
¡No me resistí, che! ¿Pa’ qué negarlo?
Si con esa chispa me dejaste desarmado.
Tenías ojos que no pedían nada,
pero lo decían todo sin decir palabra.
Si con esa chispa me dejaste desarmado.
Tenías ojos que no pedían nada,
pero lo decían todo sin decir palabra.
Tu mirada era tango y también reggaetón,
tenía nostalgia y también revolución.
No eras princesa ni musa de cuento,
eras real… y eso fue mi tormento.
tenía nostalgia y también revolución.
No eras princesa ni musa de cuento,
eras real… y eso fue mi tormento.
Porque a veces uno se escapa del sentir,
pero hay miradas que te obligan a vivir.
Que te sacan del drama, del ego, del juego,
y te dicen: “Ey, animate… yo te veo.”
pero hay miradas que te obligan a vivir.
Que te sacan del drama, del ego, del juego,
y te dicen: “Ey, animate… yo te veo.”
Y entendí que amar no es poseer ni atrapar,
es dejar que el otro te enseñe a volar.
Que lo profundo a veces es sencillo,
como un guiño tímido en medio del pasillo.
es dejar que el otro te enseñe a volar.
Que lo profundo a veces es sencillo,
como un guiño tímido en medio del pasillo.
Así que sí, lo confieso sin drama:
caí rendido ante tu mirada sin trama.
Y si el destino me vuelve a cruzar tu esquina,
será otra vez mi alma… la que se inclina.
caí rendido ante tu mirada sin trama.
Y si el destino me vuelve a cruzar tu esquina,
será otra vez mi alma… la que se inclina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!