Soplido de medianoche.
Hoy la velita,
la soplo yo,
y no es cumpleaños;
es intención,
es travesura que se escribe
sin tinta
pero con calor.
la soplo yo,
y no es cumpleaños;
es intención,
es travesura que se escribe
sin tinta
pero con calor.
Late el juego prohibido
en el borde de tu boca,
como un secreto inquieto
que pide salir
y se equivoca.
en el borde de tu boca,
como un secreto inquieto
que pide salir
y se equivoca.
Calor de piel,
verso al ras del deseo,
dos risas que se mezclan
y no conocen el miedo.
verso al ras del deseo,
dos risas que se mezclan
y no conocen el miedo.
Porque en mi vida aprendí
que el amor también guiña,
que no todo lo dulce
nace de una caricia,
y que a veces el fuego
empieza en una risa.
que el amor también guiña,
que no todo lo dulce
nace de una caricia,
y que a veces el fuego
empieza en una risa.
Hoy la velita,
la soplo yo
y en el aire queda
la chispa que deja
tu “vení” silencioso.
la soplo yo
y en el aire queda
la chispa que deja
tu “vení” silencioso.
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