La D que se desarma para ser libre.
Hay símbolos que parecen gritar,
aunque callen.
Esta d rota, manchada,
es un grito que conozco bien.
aunque callen.
Esta d rota, manchada,
es un grito que conozco bien.
Porque yo también supe quebrarme
para entenderme,
desarmarme para avanzar,
perder forma para encontrar camino.
para entenderme,
desarmarme para avanzar,
perder forma para encontrar camino.
Entre manchas y golpes de tinta
descubrí que la vida
no te pide ser perfecto:
te pide ser verdadero.
descubrí que la vida
no te pide ser perfecto:
te pide ser verdadero.
Una letra desgarrada
es un universo fractal,
otro modo de contar el mundo.
es un universo fractal,
otro modo de contar el mundo.
Y yo lo siento así,
como el destino,
como un verso que se cae
pero cae de pie.
como un verso que se cae
pero cae de pie.
Esta d no está rota:
está evolucionando.
Está dejando atrás lo que ya no es,
lo que ya no pesa,
lo que ya no debe.
está evolucionando.
Está dejando atrás lo que ya no es,
lo que ya no pesa,
lo que ya no debe.
Y ahí me veo.
En cada mancha,
en cada borde sucio,
en cada línea que no busca complacer
sino respirar.
En cada mancha,
en cada borde sucio,
en cada línea que no busca complacer
sino respirar.
Porque aprendí
—a los golpes, a la buena y a la mala—
que uno también tiene derecho
a deformarse para ser libre,
a renunciar a la silueta antigua,
a tomar una forma nueva
sin pedir permiso.
que uno también tiene derecho
a deformarse para ser libre,
a renunciar a la silueta antigua,
a tomar una forma nueva
sin pedir permiso.
Así que sí,
esta d habla,
pero no de dolor:
habla de renacer.
esta d habla,
pero no de dolor:
habla de renacer.
Y en ese renacer
me abrazo,
me entiendo,
me suelto,
me abrazo,
me entiendo,
me suelto,
y sigo escribiendo mi historia
con la letra que soy
aunque otros
no la sepan pronunciar.
con la letra que soy
aunque otros
no la sepan pronunciar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!