Exceso de baile en el alma.
Hay señales que frenan,
y hay señales que te sueltan.
Esta, por ejemplo,
no pide cuidado:
pide vida.
y hay señales que te sueltan.
Esta, por ejemplo,
no pide cuidado:
pide vida.
Porque yo aprendí bailando
que el cuerpo recuerda
lo que la mente olvida,
que a veces un paso
cura más que una palabra
y que un ritmo sincero
te acomoda el corazón.
que el cuerpo recuerda
lo que la mente olvida,
que a veces un paso
cura más que una palabra
y que un ritmo sincero
te acomoda el corazón.
Hubo noches
en que el mundo pesaba,
y aun así,
mis pies buscaban música.
Era mi manera de decir:
“sigo acá”,
aunque todo tiemble.
en que el mundo pesaba,
y aun así,
mis pies buscaban música.
Era mi manera de decir:
“sigo acá”,
aunque todo tiemble.
De aire,
de ganas,
declaro que no existe exceso
cuando el alma se mueve sin miedo.
de ganas,
declaro que no existe exceso
cuando el alma se mueve sin miedo.
Por eso esta señal
no avisa peligro,
avisa destino:
no avisa peligro,
avisa destino:
si vas a exagerar,
que sea en alegría.
que sea en alegría.
Exceso de baile,
porque vivir también es eso:
seguir girando
aunque la vida
no siempre marque el compás.
porque vivir también es eso:
seguir girando
aunque la vida
no siempre marque el compás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!