El trazo donde empiezo.
XUS;
palabra que suena a filo y comienzo,
como si el mundo pudiera rehacerse
con un solo gesto firme.
palabra que suena a filo y comienzo,
como si el mundo pudiera rehacerse
con un solo gesto firme.
Lo aprendí creciendo:
cuando uno no encuentra su lugar,
a veces lo inventa.
Y así nació esa manía mía
de mirar colores
como quien descifra puertas.
cuando uno no encuentra su lugar,
a veces lo inventa.
Y así nació esa manía mía
de mirar colores
como quien descifra puertas.
Porque el branding no es un oficio,
es un refugio.
Un modo de ordenar el caos
y darle un nombre.
Un modo de decir: “acá estoy”,
sin necesidad de gritar.
es un refugio.
Un modo de ordenar el caos
y darle un nombre.
Un modo de decir: “acá estoy”,
sin necesidad de gritar.
En ritmo de letras
lo dejo caer ligero:
tu marca es tu sombra,
pero también tu fuego;
lo que te sigue
y lo que te impulsa.
lo dejo caer ligero:
tu marca es tu sombra,
pero también tu fuego;
lo que te sigue
y lo que te impulsa.
XUS es ese punto exacto
entre lo que soy
y lo que todavía no logro explicar.
Un trazo que me eligió
para contar historias
que otros todavía no saben decir.
entre lo que soy
y lo que todavía no logro explicar.
Un trazo que me eligió
para contar historias
que otros todavía no saben decir.
Y en esa simpleza profunda,
casi borgeana,
descubro mi verdad:
el branding no es decorar el mundo,
es entenderlo
y volverlo un poco más propio
cada vez que creo.
casi borgeana,
descubro mi verdad:
el branding no es decorar el mundo,
es entenderlo
y volverlo un poco más propio
cada vez que creo.
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