El sendero del guardián.
Vengo de lejos,
de un territorio donde la vida
te enseña sin preguntar
si estás listo para aprender.
de un territorio donde la vida
te enseña sin preguntar
si estás listo para aprender.
Caminé por asfalto, por sombras,
por noches que parecían tragarse el mundo.
A veces fui yo el que se apagaba,
otras, el que encendía la chispa justa
para no perderme del todo.
por noches que parecían tragarse el mundo.
A veces fui yo el que se apagaba,
otras, el que encendía la chispa justa
para no perderme del todo.
Aprendí que uno se vuelve guardián
cuando ya no queda nadie
que cuide tus propias grietas.
Ahí crece la fuerza,
entre el miedo y la memoria.
cuando ya no queda nadie
que cuide tus propias grietas.
Ahí crece la fuerza,
entre el miedo y la memoria.
No soy un héroe,
solo un hombre que entendió
que avanzar duele,
pero detenerse duele más.
solo un hombre que entendió
que avanzar duele,
pero detenerse duele más.
Por eso sigo,
con el rojo del pasado detrás,
como un recordatorio
de que sobrevivir también es arte.
con el rojo del pasado detrás,
como un recordatorio
de que sobrevivir también es arte.
Mi paso es firme,
mi sombra larga,
mi historia áspera.
Y aun así, camino.
mi sombra larga,
mi historia áspera.
Y aun así, camino.
Porque la vida, en su rareza,
me enseñó una verdad simple:
la oscuridad no asusta
cuando vos sabés quién sos
mientras la atravesás.
me enseñó una verdad simple:
la oscuridad no asusta
cuando vos sabés quién sos
mientras la atravesás.
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