miércoles, 26 de noviembre de 2025

Confieso que soy tormenta.


Confieso que soy tormenta.

Soy mala influencia, dicen,
como si fuera un pecado
tener un poco de fuego
en los pasos que camino.

Y sí, lo admito:
alguna vez arrastré a un amigo
a esas noches que empiezan grises
y terminan brillando,
con risas que nadie recuerda
pero todos llevan marcadas.

De chico aprendí
que no siempre encajar
es la mejor opción,
que a veces la vida te pide
salirte del molde
para entender quién sos.

Te lo cuento sin culpa:
ser “mala influencia”
solo significa
que te animaste a vivir
donde otros solo miraban.

Y si mi locura contagia,
si mi impulso te empuja,
entonces quizá
no sea tan mala,
solo un poco intensa,
un poco humana,
un poco yo.





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias!

Entradas populares

Destacados

Mi héroe cotidiano.

Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *