Ardiente como lo que vuelve a nacer.
Arde,
como arde el pecho cuando algo por fin importa,
cuando el mundo te mira y vos
respondés la mirada sin miedo.
como arde el pecho cuando algo por fin importa,
cuando el mundo te mira y vos
respondés la mirada sin miedo.
Arde,
como esa tarde en que entendí
que no hace falta ser invencible
para encender.
Hace falta ser humano,
haber caído,
haber dudado,
y aun así querer brillar.
como esa tarde en que entendí
que no hace falta ser invencible
para encender.
Hace falta ser humano,
haber caído,
haber dudado,
y aun así querer brillar.
Arde,
como el sol que se desborda
sin pedir permiso,
como mi pulso aquella vez
que dije “ahora sí”
y el universo me creyó.
como el sol que se desborda
sin pedir permiso,
como mi pulso aquella vez
que dije “ahora sí”
y el universo me creyó.
Porque lo ardiente no es fuego,
es intento.
Es levantarse otra vez,
aunque tiemble la voz,
aunque duelan los pasos.
es intento.
Es levantarse otra vez,
aunque tiemble la voz,
aunque duelan los pasos.
Es simple:
si algo te quema por dentro,
dejalo arder.
Ahí empieza
lo que realmente sos.
si algo te quema por dentro,
dejalo arder.
Ahí empieza
lo que realmente sos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!