Lo soñé, y caminé.
Soñé con alas en los pies,
cuando apenas tenía suelo.
Soñé con tocar el cielo,
aunque el miedo me mordés.
cuando apenas tenía suelo.
Soñé con tocar el cielo,
aunque el miedo me mordés.
Me dijeron: “eso es humo”,
“despertá, no seas iluso”,
pero el sueño fue mi impulso,
mi refugio, mi consumo.
“despertá, no seas iluso”,
pero el sueño fue mi impulso,
mi refugio, mi consumo.
Crecí entre dudas y aciertos,
con la fe medio gastada,
pero cada noche rota
me enseñó que el alma nada.
con la fe medio gastada,
pero cada noche rota
me enseñó que el alma nada.
Y nadé contra corriente,
sin mapa, sin recompensa,
solo el fuego en mi cabeza
y un latido persistente.
sin mapa, sin recompensa,
solo el fuego en mi cabeza
y un latido persistente.
“Si puedo soñarlo, puedo hacerlo”,
me repetí mil veces,
mientras el mundo dormía
y yo jugaba mis meses.
me repetí mil veces,
mientras el mundo dormía
y yo jugaba mis meses.
Y lo hice —no perfecto—,
con errores, con heridas,
pero el sueño fue mi espejo
y el camino, mi salida.
con errores, con heridas,
pero el sueño fue mi espejo
y el camino, mi salida.
Hoy miro atrás y sonrío,
ya no temo a lo imposible,
porque entendí que el sueño
es lo único invencible.
ya no temo a lo imposible,
porque entendí que el sueño
es lo único invencible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!