La historia que no cansa.
Te vi llegar sin promesas ni guion,
una tarde cualquiera, con sol y canción.
No sabías que al verte mi mundo cambió,
ni que el tiempo, por verte, se detuvo y volvió.
una tarde cualquiera, con sol y canción.
No sabías que al verte mi mundo cambió,
ni que el tiempo, por verte, se detuvo y volvió.
No fuiste casualidad, fuiste destino con ritmo,
una línea escrita en mi propio abismo.
Te quise sin medida, sin manual ni estructura,
porque amar también es perder la cordura.
una línea escrita en mi propio abismo.
Te quise sin medida, sin manual ni estructura,
porque amar también es perder la cordura.
Vivimos mil veces el mismo instante,
la risa, el roce, el beso vibrante.
Y aunque el reloj siempre marque el final,
tú eres el principio en mi espiral.
la risa, el roce, el beso vibrante.
Y aunque el reloj siempre marque el final,
tú eres el principio en mi espiral.
He caído, he aprendido, he vuelto a sentir,
pero tu eco no deja de latir.
Eres el verso que no deja de insistir,
la historia que siempre quiero repetir.
pero tu eco no deja de latir.
Eres el verso que no deja de insistir,
la historia que siempre quiero repetir.
Y si la vida es un sin fin,
yo escribo tu nombre en mi porvenir.
Porque entre tanto olvido y tanto existir,
tú eres la historia… que no quiero corregir.
yo escribo tu nombre en mi porvenir.
Porque entre tanto olvido y tanto existir,
tú eres la historia… que no quiero corregir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!