Delantero del alma.
Vos tan 9, con ese olfato de gol en la mirada,
siempre al borde del fuera de juego, pero con la jugada armada,
la vida te centra una y vos cabeceás con ganas,
aunque a veces el destino te deja en la nada.
siempre al borde del fuera de juego, pero con la jugada armada,
la vida te centra una y vos cabeceás con ganas,
aunque a veces el destino te deja en la nada.
Aprendí viéndote, hermano del barrio y del barro,
que el que no se la juega, no grita ni un tanto,
que hay que correr aunque duela el pasto,
porque la gloria se esconde detrás del cansancio.
que el que no se la juega, no grita ni un tanto,
que hay que correr aunque duela el pasto,
porque la gloria se esconde detrás del cansancio.
Vos tan 9, con el pecho inflado y la sonrisa chueca,
como si cada derrota fuera otra anécdota vieja,
como si el amor también se definiera en la remera,
con los besos al escudo y la fe entera.
como si cada derrota fuera otra anécdota vieja,
como si el amor también se definiera en la remera,
con los besos al escudo y la fe entera.
Y yo, mirando desde el banco de la vida,
aprendí que no todos somos estrellas encendidas,
que hay goles que no se ven, pero te salvan el día,
y abrazos que valen más que una final ganada en la última línea.
aprendí que no todos somos estrellas encendidas,
que hay goles que no se ven, pero te salvan el día,
y abrazos que valen más que una final ganada en la última línea.
Vos tan 9, tan simple, tan humano,
haciendo de cada error un paso liviano,
porque entendiste lo que pocos aprendemos temprano:
que el amor y el fútbol... se juegan con las manos del alma y el corazón urbano.
haciendo de cada error un paso liviano,
porque entendiste lo que pocos aprendemos temprano:
que el amor y el fútbol... se juegan con las manos del alma y el corazón urbano.
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