Constelación de tu nombre.

Soy polvo de estrellas, caído del cielo,
nacido del fuego, perdido en el vuelo,
me busco en tus ojos, en su terciopelo,
porque tu amor, amor… es mi desvelo.

Anduve galaxias con el pecho abierto,
siguiendo el eco de un sueño incierto,
creyendo que el tiempo, ese sabio experto,
podía curar lo que el alma ha muerto.

Pero llegaste —cometa de vida—,
rompiendo la sombra que me detenía,
y en cada palabra tuya sentía
que el cosmos volvía a tener melodía.

Tu abrazo me ancla, pero no encierra,
es raíz de cielo, perfume de tierra,
mi caos encuentra su paz en tu guerra,
mi polvo se asienta… cuando me aferra.

Soy polvo de estrellas, pero no perdido,
que halló en tu amor su nuevo sentido,
porque vivir —sin ti— no es vivido,
y junto a tu luz… hasta el universo ha latido.

XUS