Exceso de sexo.
Exceso de sexo, pero vacío por dentro,
el cuerpo se enciende, el alma queda en silencio.
Lo aprendí en noches largas, en camas prestadas,
placer inmediato, pero heridas marcadas.
el cuerpo se enciende, el alma queda en silencio.
Lo aprendí en noches largas, en camas prestadas,
placer inmediato, pero heridas marcadas.
Creí que el deseo era un puente al amor,
que la piel respondía lo que calla el dolor.
Pero tras cada abrazo fugaz y fugaz caricia,
descubrí que el exceso no siempre da justicia.
que la piel respondía lo que calla el dolor.
Pero tras cada abrazo fugaz y fugaz caricia,
descubrí que el exceso no siempre da justicia.
Lo digo de frente,
el cuerpo pide fuego, el corazón, presente.
El tiempo es un reflejo,
y yo en cada encuentro buscaba un espejo.
el cuerpo pide fuego, el corazón, presente.
El tiempo es un reflejo,
y yo en cada encuentro buscaba un espejo.
Exceso de sexo, exceso de calor,
me enseñó que el vacío no se llena sin amor.
La vida me mostró — entre sudor y ternura —
que el cuerpo sin alma, nunca encuentra cura.
me enseñó que el vacío no se llena sin amor.
La vida me mostró — entre sudor y ternura —
que el cuerpo sin alma, nunca encuentra cura.
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