El caramelo infinito.

Tú eres el caramelo que siempre quiero repetir,
como el eco de un recuerdo que no quiere morir.
Probé la vida amarga, probé la rutina,
pero tu dulzura rompe cada esquina.

En la plaza de mi infancia compraba golosinas,
el tiempo era simple, la risa genuina.
Hoy, ya grande, sé lo que aprendí:
los sabores eternos están aquí.

No hablo de azúcar ni de envoltorio brillante,
hablo de tu risa, tu calor constante.
Cada beso tuyo es volver a empezar,
como en un laberinto de azar.

Me pierdo en tu boca, me encuentro en tu piel,
cada mordida me lleva al papel.
La vida golpea, yo insisto en seguir,
porque tú eres el caramelo que quiero repetir.

XUS