Tus ojitos, mi vicio.
Tus ojitos, mi vicio, mi refugio, mi caída,
dos luceros que me enseñan lo más simple de la vida.
No hacen ruido, no reclaman, no pretenden, solo están,
como faros en la noche que me invitan a confiar.
dos luceros que me enseñan lo más simple de la vida.
No hacen ruido, no reclaman, no pretenden, solo están,
como faros en la noche que me invitan a confiar.
No necesito más droga que verte mirar tranquilo,
porque en vos no hay trampa ni ego,
hay ternura en cada hilo.
porque en vos no hay trampa ni ego,
hay ternura en cada hilo.
Y si el mundo me derrumba con discursos sin sentido,
yo recuerdo tus ojitos...
y todo tiene un motivo.
yo recuerdo tus ojitos...
y todo tiene un motivo.
No es obsesión, es abrigo,
no es locura, es claridad,
porque hay ojos que no ciegan,
te devuelven la verdad.
no es locura, es claridad,
porque hay ojos que no ciegan,
te devuelven la verdad.
Aunque parezca locura:
el amor no te consume,
si lo hacés con ternura.
el amor no te consume,
si lo hacés con ternura.
Si tus ojos me elevan,
no es porque me hagan volar,
es porque veo en tu alma
el valor de no escapar.
no es porque me hagan volar,
es porque veo en tu alma
el valor de no escapar.
Tus ojitos, mi vicio, pero un vicio que me sana,
no me pierde en la tormenta, me despierta en la mañana.
Y si alguna vez me apago, o me pierdo en el camino,
con mirarte, compañera, ya me encuentro… y me alineo.
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