Furia chibi.
Hay una furia chiquita
que no quema… pero enciende,
que no grita por orgullo,
sino porque algo la ofende.
que no quema… pero enciende,
que no grita por orgullo,
sino porque algo la ofende.
No es furia de destrucción,
es semilla de protesta,
de un alma que no se calla
aunque el mundo la detesta.
es semilla de protesta,
de un alma que no se calla
aunque el mundo la detesta.
Tiene forma de suspiro,
de lágrima contenida,
de un “basta” entre los dientes
que te salva la vida.
de lágrima contenida,
de un “basta” entre los dientes
que te salva la vida.
No mide más de un suspiro,
no pesa más que un latido,
pero vibra en las entrañas
cuando callar es un castigo.
no pesa más que un latido,
pero vibra en las entrañas
cuando callar es un castigo.
Y aunque parezca inocente,
y aunque se vea infantil,
es el rugido invisible
que cambia lo sutil.
y aunque se vea infantil,
es el rugido invisible
que cambia lo sutil.
Escuchala con el pecho:
la furia del que parece frágil
es el principio del derecho.
la furia del que parece frágil
es el principio del derecho.
Porque no hay fuego más puro
que el del que lucha por dentro,
que explota sin dañar,
pero te mueve por dentro.
que el del que lucha por dentro,
que explota sin dañar,
pero te mueve por dentro.
Y esa furia chibi, callada,
con forma de flor en la guerra,
te recuerda que lo pequeño…
también reescribe la Tierra.
con forma de flor en la guerra,
te recuerda que lo pequeño…
también reescribe la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!