No sé cuándo, pero sé que sí.
No tengo reloj,
pero tengo certeza.
No tengo apuro,
pero tengo firmeza.
pero tengo certeza.
No tengo apuro,
pero tengo firmeza.
Hay días que dudo,
hay días que sí,
pero hay algo que no cambia:
yo sé que va a venir.
hay días que sí,
pero hay algo que no cambia:
yo sé que va a venir.
No sé si el lunes,
martes o feriado,
pero lo que espero…
ya está pactado.
martes o feriado,
pero lo que espero…
ya está pactado.
Porque cuando el alma dice
"¡seguí!", aunque no veas nada,
es que hay una flor creciendo
bajo tierra callada.
"¡seguí!", aunque no veas nada,
es que hay una flor creciendo
bajo tierra callada.
He sembrado en inviernos,
regado sin sol,
y un día cualquiera…
brotó lo mejor.
regado sin sol,
y un día cualquiera…
brotó lo mejor.
Entonces aprendí
que el “cuándo” no es rey,
y que el “sí” verdadero
no conoce la ley
del tiempo humano
ni la prisa del mundo,
sólo espera…
firme, profundo.
que el “cuándo” no es rey,
y que el “sí” verdadero
no conoce la ley
del tiempo humano
ni la prisa del mundo,
sólo espera…
firme, profundo.
No sé cuándo llegará
el amor, el logro, el viaje,
pero si es para mi alma,
sé que encuentra el paisaje.
el amor, el logro, el viaje,
pero si es para mi alma,
sé que encuentra el paisaje.
Como el pan y el mate:
confía en lo que sentís…
aunque la fecha no se destaque.
confía en lo que sentís…
aunque la fecha no se destaque.
Porque el que sigue creyendo,
aunque no tenga el "cuándo",
es el que un día sonríe
y dice:
“¡valió tanto!”
aunque no tenga el "cuándo",
es el que un día sonríe
y dice:
“¡valió tanto!”
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