Dejo salir todos mis miedos para crear más espacio para vivir todos mis sueños.
Solté.
Porque guardar miedo es llenar la mochila,
y no se vuela alto si el alma se encajona.
Porque guardar miedo es llenar la mochila,
y no se vuela alto si el alma se encajona.
De a poco fui dejando,
sin gritar, sin culpa,
los temores que dormían
en las grietas de mi ruta.
sin gritar, sin culpa,
los temores que dormían
en las grietas de mi ruta.
Ese “no podés”,
ese “te van a juzgar”,
ese miedo al ridículo
que te arruga hasta el soñar.
ese “te van a juzgar”,
ese miedo al ridículo
que te arruga hasta el soñar.
Lo solté como quien suelta un globo,
sin apuro, sin dolor,
solo entendiendo que para soñar en serio
hay que hacerle lugar al amor.
sin apuro, sin dolor,
solo entendiendo que para soñar en serio
hay que hacerle lugar al amor.
El amor propio,
el amor al intento,
el amor al “aunque duela…
igual lo intento”.
el amor al intento,
el amor al “aunque duela…
igual lo intento”.
Y cuando el miedo se va,
no hay ruido,
no hay fuego,
hay espacio.
no hay ruido,
no hay fuego,
hay espacio.
Espacio para el sí,
para el salto,
para el trazo.
para el salto,
para el trazo.
Mis sueños no son enormes,
pero sí reales.
Y ahora caben dentro mío
porque ya no hay jaulas invisibles que los frenen en los portales.
pero sí reales.
Y ahora caben dentro mío
porque ya no hay jaulas invisibles que los frenen en los portales.
Como agua en manos limpias:
no se trata de vencer al miedo,
sino de dejarlo salir…
sin que se lleve tu esencia con él.
no se trata de vencer al miedo,
sino de dejarlo salir…
sin que se lleve tu esencia con él.
Y entonces, sí:
empieza la vida.
empieza la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!