Antojo de escuchar tu respiración agitada en mi oído (fc).

Antojo de escuchar tu respiración agitada en mi oído.

Antojo de vos,
pero no solo del cuerpo,
sino del momento exacto
donde el deseo se vuelve cierto.

No hablo de lujuria vacía,
hablo de vos conmigo,
de cuando el mundo desaparece
y el alma pierde abrigo.

Tu respiración agitada
fue mi música en la noche,
una canción sin letra
que me rompía el broche.

No te extraño solo en la cama,
te extraño en el instinto,
en la pausa entre dos besos
donde el tiempo no era distinto.

Porque el sexo que nos dimos
tenía luz, no tenía apuro,
fue caricia con sentido,
fue milagro en lo oscuro.

La enseñanza es clara,
aunque duela decirlo:
cuando el cuerpo ama con alma,
ni el olvido puede extinguirlo.

Hoy no sé si vas a volver,
pero sí sé lo vivido,
y a veces…
me antojo de escuchar
tu respiración agitada
muy bajito… en mi oído.

XUS