Noches que no preguntan.
Hay noches que no piden permiso,
no preguntan tu nombre ni tu compromiso.
Solo aparecen…
como incendios que nadie intenta apagar.
no preguntan tu nombre ni tu compromiso.
Solo aparecen…
como incendios que nadie intenta apagar.
Te encontré entre luces bajas y miradas quietas,
sin palabras, sin promesas, sin etiquetas.
Solo vos, yo…
y el temblor inevitable de lo que se siente sin razón.
sin palabras, sin promesas, sin etiquetas.
Solo vos, yo…
y el temblor inevitable de lo que se siente sin razón.
No todo lo que arde es condena,
hay fuegos que enseñan sin pena.
A veces el alma necesita perder el control,
para volver a sí misma… desde el corazón.
hay fuegos que enseñan sin pena.
A veces el alma necesita perder el control,
para volver a sí misma… desde el corazón.
No te hablo de amor eterno ni cuentos dorados,
te hablo de ese instante… donde todo es sagrado.
Donde la piel reza en voz baja,
y cada gemido… también es una palabra.
te hablo de ese instante… donde todo es sagrado.
Donde la piel reza en voz baja,
y cada gemido… también es una palabra.
Porque la vida también se escribe con deseo,
con cuerpos que se buscan sin rodeos.
Y aunque mañana no nos quede ni el abrigo,
esta noche…
fuiste mi mejor testigo.
con cuerpos que se buscan sin rodeos.
Y aunque mañana no nos quede ni el abrigo,
esta noche…
fuiste mi mejor testigo.
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