Exceso de folklore.

A veces el alma no pide terapia,
pide un bombo legüero,
una zamba que duela,
y un vino con los ojos cerrados…

Tengo el alma llena de polvo y de coplas,
me sangra la tierra cuando el alma se nombra.
Exceso de folklore, decís con desprecio,
pero es mi medicina… 

aunque vos no lo entiendas, che.

No es atraso, es raíz… 

no es viejo, es cultura,
es mi abuela cantando con voz de ternura.
Es saber de dónde vengo pa’ no venderme barato,
aunque el mundo moderno me quiera de aparato.

Exceso de folklore es andar con sentido,
aunque no tenga wifi, tengo abrazos de abrigo.
Es llorar una chacarera sin tener explicación,
y que el bombo te cure… mejor que un doctor.

Así que si ves que ando cantando bajito,
no me interrumpas, hermano, estoy rezando despacito.
Porque entre tanto ruido, mentiras y escándalo,
prefiero el exceso de folklore…
a la falta de alma.

XUS