Eclipse alado.

A veces volás…
pero justo cuando el cielo está nublado.
Y aunque te apaguen la luz…
igual tenés alas, hermano.

Sentí que volaba, pero algo tapó el sol,
no era la noche… era mi propio dolor.
Un eclipse alado, sin brújula ni rumbo,
con el pecho encendido… y el alma en el mundo.

No todo lo oscuro es señal de derrota,
a veces el eclipse… también te reacomoda.
Te obliga a mirar lo que nunca entendiste,
y a confiar en tus alas aunque el sol no asista.

Porque el vuelo no depende del clima externo,
sino del fuego que encendés adentro.
Y si el cielo se apaga, poné voz al silencio,
que hasta en la sombra… podés ser tu centro.

Eclipse alado no es caída ni final,
es pausa del alma… para volver a brillar.
Y cuando vuelva el sol 

— que siempre regresa —
vas a saber que el vuelo…
era tu mayor fortaleza.

XUS