Entre risa y risa, me robaste el corazón.

Llegaste sin aviso, como brisa de verano,
con palabras ligeras y un toque cercano,
te metiste hasta el fondo, sin compasión ni freno,
y yo que juraba tener mi pecho lleno.

Tu humor fue mi ancla, mi faro encendido,
curando silencios que nadie había oído,
y entre chistes sinceros y miradas que queman,
fuiste sembrando amor donde solo había problemas.

Me mostraste que la risa es puente y medicina,
que amar también es juego cuando el alma se arrima,
y que quien sabe reír contigo en tormenta,
es quien vale quedarse… y eso el corazón lo cuenta.

Ahora entiendo que el destino es travieso,
que a veces se disfraza en un simple suceso,
y que entre risa y risa, sin plan ni razón,
me robaste la vida… y hasta la canción.

XUS