Y de tanto hacerme reír, terminé enamorándome.
Me llegaste jugando, sin plan ni estrategia,
rompiendo mis muros, ganando la iglesia
donde guardo lo frágil, lo que no se ve,
y entraste hasta el fondo, sin compasión, de una vez.
rompiendo mis muros, ganando la iglesia
donde guardo lo frágil, lo que no se ve,
y entraste hasta el fondo, sin compasión, de una vez.
Tus chistes eran puentes, tus bromas refugio,
curabas mis grietas con tu propio embrujo,
y en cada carcajada se coló tu verdad,
esa forma tan tuya de dar libertad.
curabas mis grietas con tu propio embrujo,
y en cada carcajada se coló tu verdad,
esa forma tan tuya de dar libertad.
Me enseñaste que el amor no es solo promesas,
que también se construye entre risas traviesas,
y que a veces la vida regala el destino
mientras uno camina creyendo ir sin camino.
que también se construye entre risas traviesas,
y que a veces la vida regala el destino
mientras uno camina creyendo ir sin camino.
Hoy sé que reír contigo es mi casa segura,
y que amar sin miedo es la mejor locura,
porque quien llega al alma con risa y ternura
te marca de por vida… y eso no se cura.
y que amar sin miedo es la mejor locura,
porque quien llega al alma con risa y ternura
te marca de por vida… y eso no se cura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!