Si no son tus metas; ¡no te metas!.

No opines del fuego si nunca te quemaste,
ni critiques el vino si nunca lo probaste.
Hay gente que habla, pero nunca camina,
y se enreda solita… con su propia rutina.

Hay quienes se cuelgan de sueños ajenos,
opinan, aconsejan, pero no tienen frenos.
Te dicen: "Eso no va", “¿Estás seguro de eso?.”
Mientras vos remás, con el alma en exceso.

Si no te vibra, no digas ni mu,
porque el que no vive, 

critica por costumbre nomás, 

¡y vo’ sabés que es así, y punto!.
Este camino es mío, con barro o con sol,
y si me caigo, me levanto… 

¡con el mismo control!.

No te metas si no sabés el peso del paso,
si no viste la lucha detrás del abrazo.
Cada meta es fuego que se enciende por dentro,
no es pa’l que mira, es pa’l que lo siente en el centro.

¿Querés opinar?. 

Bueno, pagá el boleto,
subite a la vida con corazón completo.
Y si no, mirá desde lejos con respeto,
porque los sueños no aceptan cualquier libreto.

Así que antes de meterte donde no te llamaron,
pensá si tu alma ya cruzó ese tramo.
Y si no son tus metas... no te metas, campeón,
porque cada quien pelea con su propio corazón.

XUS