Lazos del alma (fo).

 Lazos del alma.

Hay cosas que no ves, pero están,
como el viento en la cara, o mamá en el pan.
Hay gente que te ata sin pedir permiso,
que te guarda el alma… cuando vos ya no la piso.

Lazos del alma, de esos que no chillan,
no mandan WhatsApp, pero igual te abrigan.
No son trending topic ni tienen planilla,
pero son los que están… cuando todo tambalea.

Un amigo que no habla, pero está sentado,
una mirada en la esquina que te ha perdonado.
Esa canción que suena y te trae a tu viejo,
ese abrazo sin culpa, sin peso ni espejo.

No hace falta llamarlos, ni poner etiquetas,
no son contactos, ni redes, ni metas.
Son los que no corren cuando todo se incendia,
los que no preguntan… pero igual te entienden.

Son lazos que nacen cuando algo se rompe,
cuando mostrás el barro, y el otro te responde.
Son los que no juzgan si fallás o mentís,
porque te conocen… hasta lo que no decís.

No siempre son muchos, no siempre sonríen,
pero si estás cayendo… son los que te siguen.
Y cuando el mundo te deja de lado,
son los que dicen “te banco”, con un mate cebado.

No importa si están cerca o viven en otro suelo,
si hay amor sincero… el lazo es de cielo.
Y si un día pensás que estás solo, sin nadie,
recordá: hay almas que te cuidan... desde el aire.

No subestimes esos hilos invisibles.
Porque cuando el alma se raja,
no es la lógica lo que te salva…
son ellos.

Lazos del alma, hermano…
ahí está el verdadero lujo.

XUS