Lazos del alma.
Hay lazos que no tienen nudo,
ni se atan con cuerdas ni moños.
Son esos que abrazan sin brazos,
que llegan directo… al fondo del sueño.
ni se atan con cuerdas ni moños.
Son esos que abrazan sin brazos,
que llegan directo… al fondo del sueño.
Lazos del alma, no saben de tiempo,
aparecen despacio y duran eterno.
No piden permiso, no firman contrato,
pero si los perdés… se cae el retrato.
aparecen despacio y duran eterno.
No piden permiso, no firman contrato,
pero si los perdés… se cae el retrato.
Son miradas que entienden sin palabras,
son silencios que curan las madrugadas.
Son gente que llega cuando menos pensás,
y te dice “acá estoy”… y ya no se va.
son silencios que curan las madrugadas.
Son gente que llega cuando menos pensás,
y te dice “acá estoy”… y ya no se va.
No importa la sangre, ni el árbol, ni el nombre,
hay hermanos que el alma misma te pone.
Y si un día la vida se vuelve quebrada,
ellos son el hilo que zurce tu nada.
hay hermanos que el alma misma te pone.
Y si un día la vida se vuelve quebrada,
ellos son el hilo que zurce tu nada.
Hay quienes te abrazan con solo estar cerca,
aunque estén lejos… su amor se conserva.
Porque el alma reconoce lo que el cuerpo olvida,
y esos lazos te siguen… toda la vida.
aunque estén lejos… su amor se conserva.
Porque el alma reconoce lo que el cuerpo olvida,
y esos lazos te siguen… toda la vida.
Un amigo es más que familia,
porque te elige sin culpa ni envidia.
Y un “te quiero” sincero, sin disfraz ni envoltura,
vale más que mil fiestas llenas de basura.
porque te elige sin culpa ni envidia.
Y un “te quiero” sincero, sin disfraz ni envoltura,
vale más que mil fiestas llenas de basura.
No cuides los vínculos por educación,
cuidalos porque son tu salvación.
Porque en esta vida —que a veces castiga—
los lazos del alma… te salvan la vida.
cuidalos porque son tu salvación.
Porque en esta vida —que a veces castiga—
los lazos del alma… te salvan la vida.
Los lazos del alma no se compran ni se explican.
Se sienten.
Y si los tenés… no los sueltes.
Porque a veces, el corazón se cae…
y sólo esos hilos invisibles lo sostienen.
Se sienten.
Y si los tenés… no los sueltes.
Porque a veces, el corazón se cae…
y sólo esos hilos invisibles lo sostienen.
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