Sol. Oíd mortales (fc).

Sol.

Oíd mortales...
es más que un himno, es un grito del pecho.
Argentina, vos sabés…

Argentina, tierra noble, tierra herida,
donde el alma resiste aunque duela la vida.
De empanadas, de potrero y de verdad,
de abrazos que curan y eterna lealtad.

Donde el sol nos quema pero igual seguimos,
donde lloramos fuerte pero nunca huimos.
Tenés sangre de lucha, y voz de volcán,
tenés calles rotas... y un pueblo que va.

Argentina… gritá aunque te tiemble la voz,
que nacimos del barro… pero brillamos con un Dios.
Aunque nos falte el pan, sobra corazón,
somos alma encendida… revolución.

Oíd mortales… este grito sagrado,
que no pide permiso… y nunca fue callado.
Somos historia viva, fuego encarnado,
Argentina late... en cada ser humano.

No es solo bandera, ni escudo en remera,
es la madre que aguanta en la calle entera.
Es el pibe que juega sin zapatillas,
y el mate caliente en las orillas.

Somos Borges y Gardel en la misma esquina,
somos bronca, poesía y medicina.
Aunque el mundo no entienda este amor tan quebrado,
Argentina se canta… con el pecho inflamado.

Argentina… gritá aunque te tiemble la voz,
que nacimos del barro… pero brillamos con un Dios.
Aunque nos falte el pan, sobra corazón,
somos alma encendida… revolución.

Oíd mortales… este grito sagrado,
que no pide permiso… y nunca fue callado.
Somos historia viva, fuego encarnado,
Argentina late... en cada ser humano.

No somos perfectos, no somos ejemplo,
pero hay amor en cada intento.
Y aunque nos caigamos una y mil veces,
nos levantamos con ganas… y con el chuchillo en los dientes.

Argentina…
es llorar, reír, gritar y seguir.
Y esto, hermano…
es Argentina...

XUS