Medicina de tu amistad.
Amiga, sos la cura de mi corazón,
cuando el dolor me partía en mil pedazos
y vos me cosiste con palabras simples,
con gestos que sabían más que cualquier remedio.
cuando el dolor me partía en mil pedazos
y vos me cosiste con palabras simples,
con gestos que sabían más que cualquier remedio.
Recuerdo noches largas,
esas en que el mundo parecía hundirse,
y vos llegaste con tu risa,
como quien prende fuego en la oscuridad.
esas en que el mundo parecía hundirse,
y vos llegaste con tu risa,
como quien prende fuego en la oscuridad.
No me diste sermones,
me diste presencia.
No me diste respuestas,
me diste silencio compartido.
me diste presencia.
No me diste respuestas,
me diste silencio compartido.
Y ahí entendí:
que la amistad no promete eternidad,
pero regala instantes verdaderos
que salvan más que un milagro.
que la amistad no promete eternidad,
pero regala instantes verdaderos
que salvan más que un milagro.
Medicina de tu amistad,
es la fe que vuelve sin pedir permiso,
es el abrazo que me levantó del suelo,
es el alivio que no encontré en ninguna pastilla.
es la fe que vuelve sin pedir permiso,
es el abrazo que me levantó del suelo,
es el alivio que no encontré en ninguna pastilla.
Hoy lo digo sin vueltas,
sin disfraz de poeta ni de héroe:
gracias por ser cura,
gracias por ser amiga,
gracias por sostener mi corazón
cuando ni yo podía hacerlo.
sin disfraz de poeta ni de héroe:
gracias por ser cura,
gracias por ser amiga,
gracias por sostener mi corazón
cuando ni yo podía hacerlo.
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