La sonrisa que no muere.
Me sonríe desde el cielo, lo sé,
aunque el tiempo insista en borrarlo, no puede.
No hay final cuando el recuerdo respira,
el amor persiste aunque la carne se mida.
aunque el tiempo insista en borrarlo, no puede.
No hay final cuando el recuerdo respira,
el amor persiste aunque la carne se mida.
Vi partir a un ser, y el mundo se quiebra,
la ausencia es un río que nunca se cierra.
Pero entre las nubes su gesto aparece,
como un código secreto que el alma merece.
la ausencia es un río que nunca se cierra.
Pero entre las nubes su gesto aparece,
como un código secreto que el alma merece.
Aprendí que la muerte no apaga la voz,
solo cambia el idioma, se vuelve en canción.
Está en el viento, en un rayo de sol,
en la calma nocturna que abraza el dolor.
solo cambia el idioma, se vuelve en canción.
Está en el viento, en un rayo de sol,
en la calma nocturna que abraza el dolor.
Me sonríe desde el cielo, lo sé,
como un eco profundo que nunca se fue.
Y en cada batalla, en cada caída,
esa risa invisible me recuerda la vida.
como un eco profundo que nunca se fue.
Y en cada batalla, en cada caída,
esa risa invisible me recuerda la vida.
El tiempo es tirano, lo quise entender,
pero el amor eterno se ríe de él.
Lo sé, porque al cielo levanto la vista,
y en su brillo escondido me sonríe la vida.
pero el amor eterno se ríe de él.
Lo sé, porque al cielo levanto la vista,
y en su brillo escondido me sonríe la vida.
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