Me banco como soy.

No vine a pedir permiso, ni a encajar en tu cajón,
vine a ser esta locura… con razón y corazón.
No me peino pa’ gustarte, ni me callo por quedar bien,
me banco como soy, aunque a veces no me entiendan quién.

Soy lo que ves y lo que oculto también,
soy los abrazos que doy y los que soñé.
Soy los miedos que enfrenté,
y ese amor propio que, aunque tarde… abracé.

No soy perfecto, ni lo intento,
pero qué lindo cuando me siento contento.
Me miro al espejo y digo: “te veo real”,
aunque tengas ojeras… 

¡sos inmortal!.

Porque quererse no es creerse más,
es no dejarse por detrás.
Es cuidar la cabeza y el corazón,
y saber decir: “yo me elijo sin condición”.

Así que si dudás, si te caés, si no sabés,
ponete la vida como quien se calza un par de pies.
Y gritá fuerte, sin vergüenza ni perdón:
¡me banco como soy… 

y esa es mi revolución!.

XUS