miércoles, 16 de julio de 2025

Y de tanto hacerme reír, termino enamorándome (fo).


Y de tanto hacerme reír, termino enamorándome.

No sé en qué momento te metiste,
ni por dónde entró tu voz descarada.
Fue en medio de un día gris,
cuando me reí…
y no me importó nada.

No usabas perfume,
usabas sarcasmo.
No dabas abrazos,
dabas orgasmos... de risa.

Y yo, tan cuerdo, tan lógico,
me derretí en tu caos lógico.

Te juro que no buscaba nada,
y ahora estoy buscando todo.
Un gesto tuyo me desarma,
una broma…
y pierdo el modo.

Porque lo simple no avisa,
pero te arranca las costillas.
Y reír con vos,
fue como bailar con cuchillas.

Entre tus bromas cayó mi escudo,
y quedé a merced de tu juego mudo.
Me besaste con ironía,
y me hiciste adicto
a tu forma de incendiar el día.

A veces el amor no te golpea la puerta…
te la patea de una carcajada.
Y entendés que la vida no se trata de entender,
sino de reírse… hasta que amar no dé miedo.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias!

Entradas populares

Destacados

Alas del caos.

Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *