Y de tanto hacerme reír, termino enamorándome.
No fue tu perfume, ni esa pose encantadora,
fue tu forma de reír…
como quien llueve y mejora.
fue tu forma de reír…
como quien llueve y mejora.
Fue tu chispa, tu tontera, tu humor sin pretensión,
y yo, que no buscaba nada…
te encontré en un chiste sin razón.
y yo, que no buscaba nada…
te encontré en un chiste sin razón.
Me hiciste reír…
y se me aflojó el alma.
Las defensas cayeron
como lluvia en calma.
No dijiste “te amo”,
pero lo gritó tu risa,
y yo…
me enamoré sin prisa.
y se me aflojó el alma.
Las defensas cayeron
como lluvia en calma.
No dijiste “te amo”,
pero lo gritó tu risa,
y yo…
me enamoré sin prisa.
Porque quien te hace reír,
te toca sin tocar.
Te conoce por dentro
sin necesidad de entrar.
Y ahí estabas vos,
haciéndome llorar de risa,
y yo, sin darme cuenta,
haciendo lugar para tu sonrisa.
te toca sin tocar.
Te conoce por dentro
sin necesidad de entrar.
Y ahí estabas vos,
haciéndome llorar de risa,
y yo, sin darme cuenta,
haciendo lugar para tu sonrisa.
Amor no es solo besos ni promesas sin sentido,
a veces es reírte hasta el estómago herido.
Es compartir lo ridículo, lo simple, lo fugaz,
y darte cuenta
que ahí vive lo real.
a veces es reírte hasta el estómago herido.
Es compartir lo ridículo, lo simple, lo fugaz,
y darte cuenta
que ahí vive lo real.
Y yo, que me cuidaba del amor como de una trampa,
caí de boca…
entre tus risas y tus trampas.
caí de boca…
entre tus risas y tus trampas.
El que te hace reír…
ya te acarició el alma.
ya te acarició el alma.
Porque en la risa no hay máscara,
y donde hay verdad…
el amor entra sin pedir permiso.
y donde hay verdad…
el amor entra sin pedir permiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!